Podíamos empezar contándote como sacar la bola por tres del campo, como utilizar el golpe mágico ganador de todos los puntos, o como terminar los puntos en dos golpeos, pero amigo, el padel no funciona así.
Es habitual ver en los niveles iniciales, y no tan iniciales, como la desesperación o las prisas nos hacen cometer errores no forzados, y estos, son los que nos llevan a la derrota. Algo que queremos evitar.
Saque a favor. Recibimos el resto del rival y se nos pasan mil cosas por la cabeza. «Viene a mi volea de derecha», «la quemo y gano el punto rapidito», «es un globo, ¿saco mi mejor remate? Su bola me ha sobrepasado, además estoy en la linea y caminando hacia atrás. Me lo pienso dos veces. Juan Lebrón lo hace con total facilidad, ¿Por qué no iba a poder yo?»
Por un momento nos convertimos en Sanyo Gutierrez en el anuncio de Head Padel. La principal diferencia, nuestra mentalidad. Nuestro único pensamiento es hacer que la bola explote, lo que hace que nuestras bolas acaben contra el cristal o incrustadas en la red.