Las palas con forma redonda ofrecen un punto dulce centrado y bastante amplio, algo que proporciona mayor control a nuestro golpeo.
Esta forma hace que no sea necesario tener una gran precisión a la hora de impactar a la bola.
Su balance se encuentra cerca de la empuñadura lo que le otorga mayor manejabilidad. Cuando hablamos de balance nos referimos a la zona en que la pala pesa más.
Cuanto más cerca de la empuñadura este él peso, más fácil será de manejar la pala.
Debes tener en cuenta que esto hará que pierdas potencia en los remates.
Por el contrario, si el peso está en un punto más alto, más cerca de la cabeza de pala, la pala será algo menos manejable pero ganarás potencia en los remates.